Por lo general, las PDI que han alcanzado una solución duradera gozan, sin discriminación, de un nivel de vida adecuado que incluye, como mínimo: un alojamiento, atención de la salud, alimentos, agua, saneamiento y educación. Se considera que estos bienes y servicios son adecuados cuando están disponibles en cantidad y calidad suficiente y son asequibles, aceptables (esto es, sensibles al género y a la edad de las personas y culturalmente apropiados) y adaptables (es decir, tienen la flexibilidad suficiente para ajustarse a las necesidades cambiantes de las PDI).
La biblioteca se enfoca principalmente en indicadores sobre la igualdad de acceso a estos servicios entre las PDI y las poblaciones no desplazadas, con el fin de identificar la posible existencia de discriminación o vulnerabilidades relacionadas con la condición de desplazamiento. Si se observan diferencias de acceso entre las poblaciones, es importante averiguar si estas resultan de discriminación en contra de la población desplazada.
Para complementar los datos referentes a la población, se debe realizar un análisis de contexto sobre los demás aspectos que determinan si los bienes y servicios son adecuados (disponibilidad en cantidad y calidad suficientes, aceptabilidad y adaptabilidad). Otro aspecto importante para el análisis de soluciones duraderas es identificar quién provee los servicios disponibles (p. ej. una organización humanitaria o una autoridad competente) para evaluar en qué medida la disponibilidad de estos servicios es sostenible.