Los indicadores sobre la economía doméstica, los cuales se basan en un panorama de las principales fuentes de ingresos de los hogares, permiten identificar si las PDI acceden a mecanismos de protección social (así como el resto de la población, cuando sea pertinente según el contexto), si cuentan con sistemas de apoyo informales, como las remesas, o si dependen principalmente de fuentes de ingresos no sostenibles para su subsistencia diaria (p. ej. si dependen de asistencia humanitaria o de préstamos para cubrir necesidades básicas). Asimismo, los indicadores relativos a los gastos de los hogares pueden ser utilizados para calcular los niveles de pobreza y la vulnerabilidad económica (p. ej. a través de la proporción del gasto en alimentos). Los datos sobre la economía doméstica deben ser recolectados a nivel de hogar, suponiendo que existe una economía conjunta dentro del hogar (aunque después los gastos se calculen per cápita).